“Las venas del Dragón”. José Manuel Ciria
Trabajo
Comisariado
Diseño de espacio
Diseño gráfico
Catálogo
Fecha
6-09-2024 al 3-11-2024
Localidad
Badajoz
Sala Vaquero Poblador
El Hospital Centro Vivo
Patrocinio
Diputación de Badajoz
Fundación
Pía de los Pizarro
Palacio de los
Barrantes-Cervantes
Colabora
I-ART.
Instituto Superior de Arte
Se trata de una exposición didáctica, compuesta de obra histórica, nueva, específica, acción y archivo. Se fundamenta en la figura del triángulo como intercambio experiencial entre el artista, la obra y el espectador, que constituyen los tres vértices claves de lo que significa el arte para nuestro autor.
Recorreremos las líneas o venas que ha ido trazando José Manuel Ciria (Manchester, 1960) a través de su obra, sus estudios teóricos y su práctica.
COMISARIADA POR JAVIER REMEDIOS
CIRIA
Se trata de uno de los pintores con más proyección internacional de las últimas generaciones, con exposiciones en los más grandes museos y ferias del mundo, Nueva York, Los Ángeles, Detroit, Atlanta, Chicago, Toronto, Ciudad de México, Medellín, São Paulo, Buenos Aires, Santiago de Chile, Tel Aviv, Oporto, Lisboa, París, Berlín, Bucarest…
Su energía, fortaleza e inquietud lo impulsan a la experimentación y al estudio de lo que acontece, manteniendo una postura clara de artista contemporáneo. De su obra emerge una agresividad visual tal que conmueve al público de todo el mundo.
El comisario de la muestra, Javier Remedios, nos aclara que “como extremeño, intento contribuir a la difusión de nuestra cultura y, a la vez, acercar el epicentro artístico internacional a nuestra tierra. En este caso, el retorno de un pintor universal.
En 2024, queremos recordar dos fechas importantes. Hace 25 años, en 1999, Ciria afronta un proyecto para el MEIAC de Badajoz para plasmar en sus grandes lienzos sus emociones después de pasar unos días en el Parque Nacional de Monfragüe. Hace 40 años, en 1984, realizó su primera serie pictórica, Autómatas, exhibiéndola por primera vez en una exposición individual, en la Galería La Ferrière en París (Francia)”.
En la pintura de Ciria emana un aliento vital cuyo flujo se ve modificado por la forma y disposición del espacio, las orientaciones, las directrices, la memoria y los cambios temporales. Sus paisajes nos muestran la energía de su vida, fuente principal de su gobierno pictórico.
.El dragón es el espíritu del emplazamiento, cuyo aliento mueve el agua y el viento. Ese mismo hálito, en la pintura de Ciria, conforma las relaciones invisibles internas que vinculan todas las partes.
Como apunta Iván de la Torre Amerighi, «la labor de un artista podría parangonarse al movimiento del corazón», al analizar las plataformas teóricas creadas por Ciria. A.D.A. (Abstracción Deconstructiva Automática), un proceso generador que apela a la azarosa vida de los materiales y a la agilidad de la intervención pictórica; y, su siguiente teoría germinal, D.A.A. (Dinámica de Alfa Alineaciones), que supone una exhaustiva revisión de la historia del arte a través de los vasos capilares que llevan el fluido esencial al motor artístico.
Lo que comprobaremos en la Sala Vaquero Poblador en El Hospital – Centro Vivo es que se trata de una exposición única y antológica fomentada a partir de once obras maestras de gran formato y sus huellas a lo largo de nuestra historia, que es la suya.
Para Javier Remedios, “la evolución artística de Ciria tiene mucho que ver con su inquietud, con su energía y con su violencia pictórica. En aquella mítica Academia de España en Roma, en la Piazza di S. Pietro in Montorio, al lado del Tempietto de Bramante, sufrió, tras caerse del caballo como Saulo, su primera gran conversión a una abstracción figurada –al menos en apariencia–. Años más tarde, en su estudio de LaGuardia Place (Manhattan, Nueva York), se decantó por una figuración abstracta. Un claro juego de espejos donde la piel que recubre la carne es la pintura.”
Analizaremos su talento a partir de una transmutación de la Sala Vaquero Poblador que obligará al espectador a hacer un sinuoso recorrido; y de una instalación monumental en el patio principal de El Hospital – Centro Vivo que cambiará nuestra visión aérea del espacio.
«Me aventuraré a afirmar que José Manuel Ciria es un gran pintor, con ello me refiero a que tiene un dominio absoluto de su medio de expresión y de sus herramientas, la pintura y el vocabulario modernista de la abstracción, tanto gestual como geométrica (…). Observamos claramente un fuerte elemento de fantasía en las pinturas de Ciria, tal como muestran sus figuras: llamémosle ¿ilusionista abstracto?, esto es, crea figuras fantásticas partiendo de elementos abstractos, normalmente de planos gestuales que parecen estar en constante movimiento, sugiriendo así una figura en pleno proceso metamórfico»